Texto: Ángeles Sanmiguel
“La prensa en general no nos va a hacer ni caso, no somos jugosos, como si los que
escribiésemos para niños no importásemos cuando hay más mercado que en la literatura
de adulto, todos los niños necesitan leer pero no se le da importancia, la mirada es tan
vertical, a mí me dieron el Cervantes Chico 2022, el de adulto dotado con ciento
veinticinco mil euros y el Chico, cero euros. En Latinoamérica nos conocen mucho,
tenemos contactos con escritores y librerías”. Mar Benegas codirectora de las Jornadas
de Animación a la Lectura, Escritura y Observación (JALEO) trabaja junto a Jesús Ge y
la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia en estos actos de ámbito
internacional celebrados en el Monasterio de San Miguel de los Reyes. El “Sitio de las
Palabras”, matriz de “Jaleo”, con sede en la población valenciana de Olocau, ha
cumplido una década teniendo “la literatura como integradora”. Cuentos infantiles como
“terapia, como una herramienta para el conocimiento y la evolución personal” tal como
indica la psicóloga y psicoterapeuta Paola Santagostino. “Hago club de lectura para
personas con problemas de salud mental” indica Silvia García, profesora y moderadora
en entornos de salud mental, mediadora de lectura en centros sanitarios y de
rehabilitación del territorio nacional y acompañante terapéutico quien desarrollaría la
conferencia: “Mirar con voz propia y Salud Mental”.
Inquietudes creativas derruyen fronteras. ¿Será por eso que el primer objetivo tiránico
es censurar? Hogueras públicas de libros sentenciados patentizan nefastas épocas. ¿Se
pretende volver a eso? Menos pecho palomo, menos mirar hacia abajo en debates
públicos, menos poses y eslóganes cutres y más defensa del patrimonio literario tanto
adulto, infantil como adolescente. ¿Literatura escrita en idiomas autóctonos perseguida?
La alcaldía de Burriana, localidad castellonense, prohibió surtir a su biblioteca
municipal de habituales ejemplares de la revista infantil “Camacuc”, (ahora se ha
rectificado y la tendrá hasta finalizar la subscripción en dos mil veinticuatro). Dirigida a
niñas y niños de Primaria es“material didáctico y divertido” con treinta y nueve años de
vida tras la inspiración de diecinueve personas del entorno educativo que aportarían
“tres mil pesetas” mensuales en su inicio, relata el editor Joan Escrivá. ¿Tendencias
pazguatas institucionales resucitadas en el siglo veintiuno? Ipso facto, ante la represión,
se accionaría el efecto boomerang contra la estulticia multiplicando la lectura de dicha
publicación. “Quien no quiere la lengua de su país difícilmente quiere a su país, estamos
acostumbrados a la resistencia”. “Cavall Fort” es otra víctima de la anticultura al igual
que “El Temps”, “Llengua Nacional”, “Enderrock” y “Sàpiens” todas ellas
estigmatizadas por la más grosera barbarie asalariada. “A ver qué pasa con todo eso,
nosotros seguiremos haciendo nuestro trabajo, todavía confío en la gente” comenta la
formadora, conferenciante y escritora valenciana cuyas obras han sido traducidas y
publicadas en China, Corea, Italia, Francia y Brasil. “Son revistas bien bonitas, no
tienen desperdicio, no sé qué les pasa, ¡ché!”. ¿El absurdo copando titulares?
Evelio Cabrejo, Yoshi Hioki, Andrea Antinori, Silvia García, Cristina Novoa, María
Acaso (“Más allá de Peppa Pig. La ilustración infantil y sus implicaciones políticas”),
Amparo Pons Cortell, Arianna Squilloni, Valeria Marí, Constanza Mekis, Sheila
Blanco, Mar Benegas (“Lo que no puedo decirte. Censurar la voz y el pensamiento”),
Dídac Botella i Mestres y Sherezade Bardají, realizaron ponencias en “Jaleo 2023”
contando con el patrocinio del Ministerio de Cultura y Deporte y su plan “Lectura
Infinita”. “Sería imposible cubrirlo solamente con matrículas. Docentes nos ayudan
con plazas y también el Colegio de Bibliotecarios pero empezamos sin apoyo
institucional”, comenta Benegas. Junto a “El Sitio de las Palabras” la organización
contó con la Generalitat Valenciana “Pactem per la Lectura” y “Llegim”, colaborando
el Ajuntament de València Regidoria d´Educació, Cefire Plurilingüisme, Col-legi
Oficial de Bibliotecaris i Documentalistes de la Comunitat valenciana, Leolo y Pedro
Verdejo Digital Media. ¿Qué pasará con las nomenclaturas vernáculas? ¿Sablazo
presupuestario para permutar material de despacho, sitios digitales y demás utensilios?
¿Cuántos puestos de trabajo destruirá el fanatismo? ¿Profesionales de la literatura,
teatro, cine, doblaje, publicidad, imagen, conferenciantes, información, etcétera ¡al
paro!? ¡Menuda bazofia! ¿Qué clase de cuento de miedo se escenifica? Lituania
recientemente fue condenada por impedir la publicación de una publicación infantil
con personajes LGTBIQ+ mientras que Hungría multaba a librerías por cuentos
infantiles de igual temática. ¿España a la repulsiva zaga húngara?
“Ilustradores, escritores, educadores; hemos hecho una beca para estudiantes
universitarios de Magisterio, Bellas Artes, Biblioteconomia, la primera vez que lo
hemos lanzado” y un total de diez becas se han sumado. Presentaciones de libros,
espectáculo de narración oral, talleres, Jam infantil de poesía, diálogo editorial,
conferencia cantada y actuación a cargo de Titiriteros de Binéfar, Premio Nacional de
Teatro para la Infancia y Juventud, reactivaron jóvenes inquietudes, “les ha vuelto las
ganas de escribir” y se ha “hecho piña” en torno a la literatura infantil convirtiéndose
“Jaleo” en “un punto neurálgico de profesionales de la mediación lectora y alumnado
de toda España”, desde Navarra a Madrid, más de doscientas personas dinámicas de la
“cultura visual de la infancia solo se ven aquí”. La citada escuela virtual “El Sitio de las
Palabras”, contundentemente posicionada en Latinoamérica, durante la pandemia
contabilizó novecientas nuevas inscripciones procedentes de Argentina y Colombia.
“Buscamos la internacionalización, un cuerpo potente de artistas”. ¿Por qué se soslayan
noticias culturales de Latinoamérica? ¿Por qué en la literatura infantil son más
numerosas las mujeres? “Las que más se forman son las mujeres, existe feminización de
ciertos oficios, hay más maestras que maestros, bibliotecarias que bibliotecarios, sí que
hay una diferencia”, aunque en puestos directivos de gestión la cosa cambia. “En mi
familia todos escribían, mi abuelo era catalán, el escribía, mi bisabuelo escribía, para mí
es indispensable”. Manuela, argentina de Mar del Plata, confiesa que la poesía, “me
ayuda a ver el mundo” aunque “no mucha gente lee poesía, sería bonito que la poesía
llegase a la gente”. Gloria Fuertes glosó la infantil alegría de vivir con palabras
sencillas: “Abeja: insecto alado muy salado; y muy dulce –porque hace miel- Sólo come
flores, y después la abeja se aleja. (¡Que lo pase bien!)”.
¿Qué pasa cuando la idiotez, el fundamentalismo, la necedad, violencia y
superficialidad se erigen como tótem mandón? La hecatombe de la sociedad. Ha
llegado el imperioso momento citado por el escritor británico autor de “El libro de la
selva” Rudyard Kipling de aplicar los “seis honrados servidores; ellos me han enseñado
todo lo que sé; sus nombres son: Qué y Por qué y Cuándo y Cómo y Dónde y Quién”.
¿Qué hedonismo cultural de baja estofa se trata de aposentar en el siglo de la
inteligencia artificial? ¿Cuándo la literatura, el arte, la libertad de expresión dejará de
ser víctima propiciatoria de gaznápiros? ¿Cómo disimular la papanatería? ¿Dónde
resguardarse cuando “la falta de compresión y la ignorancia inducen al temor y a la
superstición y nos convierte en críticos de otros seres humanos”, según indica el
experto en lenguaje corporal Allan Pease? ¿Quién pone en duda lo dicho por el filósofo
griego Platón que explicita: “Si se interroga a las personas planteando bien las
preguntas descubren por sí mismas la verdad sobre cada cosa”? En base a tal dictamen
cabría cuestionar abiertamente: ¿El ser humano es imbécil por generación espontánea o
a base de adoctrinamiento? La literatura infantil ha de ser valorada en extremo, trabajos
como el del recién fallecido dibujante e historietista barcelonés Francisco Ibañez,
creador de “Mortadelo y Filemón”, hacen posible que la infancia descubra el todo de su
entorno. Betrand Russell filósofo y escritor británico, Premio Nobel de Literatura,
afirmaría que: “Los niños, como los árboles jóvenes, necesitan tierra, aire, luz y
proximidad”, y en ciudades masificadas donde el individualismo es pandémico, ¿qué
mejor aliada para la cercanía que la literatura infantil?
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