“Si no nos han subvencionado nada, ahora menos aún”. Wilson Ferrús catedrático de Lengua y Literatura habló claro en la presentación de “Elscuentetsanticlercals” de Eduardo Guillar Clarí, autor excomulgado en el programa docente. “¡El único que lo da en Magisterio soy yo!”. En esas estamos. Guillar fue un prolífico escritor, librepensador, republicano y maestro laico, “los laicos pasaban más hambre que los nacionales, le hacían homenajes pero no tenía un duro”, a estas alturas del siglo veintiuno sigue siendo ignorado situando las obras de tan fecundo pluriempleado de la cultura en la alacena del olvido, de las rara avis. ¿Qué sucedió tras la apisonadora dictatorial franquista? En España “se olvidan de la escuela laica republicana blasquista” y ¡nadie del entramado docente dijo ni pío! de hecho, “la escuela laica de Buñol no fue la derecha quien la tiró, ¡pa matarlos! Buñol fue la cuna del republicanismo”. Actualmente “Podemos se creó en la línea de lo que fue el PURA (Partido de Unión Republicana Autonomista), luchan contra el bipartidismo”, y así les va, porque cuando un producto se come el mercado cualquier amago de competencia precisa muchísima inversión y forzosamente causa innúmeras bajas. Norman Berry directivo de una multinacional publicitaria acuñaría: “Dadme la libertad de una estrategia definida, sin una estrategia bien definida, tendrás anarquía. Con una estrategia bien definida obtendrás la libertad de ejecutarla de tantas maneras como las circunstancias lo requieran”. Ferrrús sentenciaría: Eduard Guillar “Clarí todo lo que hizo fue por conciencia, así acabó el pobre hombre”.
“Lo que paraliza la modernización de España es la Iglesia, una aliada imprescindible para la monarquía y la ignorancia del pueblo”. En aquellos tiempos, -final del siglo diecinueve, principio del veinte-, y, por supuesto, a día de hoy, esta macroempresa sigue aferrando su tesoro, si antaño “la influencia de los curas en las mujeres, que son las iban a confesarse”, era la herramienta para la manipulación social, tal como describe Leopoldo Alas Clarín en “La Regenta”, ahora las zonas oscuras personales se transmiten por Internet o en la consulta psicoanalista por lo que han perdido infinidad de poder este gigaimperio religioso, minúsculo país de la Ciudad del Vaticano, que se tambalea por la ambición entre grupos internos siempre timorato de que cualquier rival le quite la infinidad de bienes usurpados por siglos o releguen de las altas finanzas destronándolo de su preminencia en las conciencias, por todo ello se niega taxativamente a cualquier educación integral “que haga pensar”, algo defendido por Guillar con mente y ejemplo. El Concordato permitía que la Iglesia inspeccionara los textos “tanto en las escuelas públicas como en las privadas”. “La primera cantina escolar (para atender al alumnado sin medios económicos) la tiene una escuela laica en Valencia”. ¿Dónde ha ido a parar esa vanguardia? Escuelas para el proletariado sacan del analfabetismo y hasta de la mugre a niños y niñas atrapados en una España negra como el tizón. Conociendo las problemáticas e impedimentos horarios para conciliar en familias trabajadoras “crean la figura del paseador” una persona que lleva y recoge al alumnado, antecedente del acompañamiento que actualmente realizan abuelas y abuelos. Pero con los vuelcos que da el poder, ¿quién quiere esas “máquinas de pensar” propiciadas por las escuelas laicas? En cualquier dominancia autoritaria sobran libertades y, sobre todo, desarrollo cognoscente, así pues, si antes la herramienta era la fuerza sin ambages ahora se suma la hipnosis tecnológica y desinformación organizada. “Hubo una treintena de escuelas laicas en Valencia, alternativa a la escuela del terror” esa que no se centra “en el chiquillo”. Vicente Blasco Ibañez, político republicano y escritor valenciano decía, según apunta Ferrús: “¡Vale más una escuela laica que mil casinos republicanos (locales de sociabilidad del republicanismo)!”. Hoy en día, en pleno siglo veintiuno, la educación sigue siendo la punta de lanza de todo régimen y en el reverdecer del anacronismo cultural se trata por todos los medios de adoctrinar en caza, tauromaquia y religión o lo que viene a ser armas, violencia y tabú apoderándose del dinero público con el beneplácito del bipartidismo y demás ronchas que sostienen negocios purulentos mientras se acosa a la Filosofia en los programas educativos.
“No tienen un duro para competir con las escuelas religiosas” esas incubadoras que marcan de por vida al alumnado, donde se incumple con la ratio de escolares foráneos y de exentos de medios económicos. Centros que habitualmente han sido nido de abusos sexuales infantiles, transmisores de conceptos machistas en base a dogmas y de silenciamiento del “bullying”. El maestro Guillar tuvo que soportar que “los chicos de las escuelas católicas y los curas fuesen detrás a pedradas, en la escuela de Cheste le recibían a pedradas”. Quería “hacer mucha literatura” y participó en “revistas valencianotas” de literatura popular y trasgresora, pero aquella era una época dura en la que “estamos ante un pueblo que le viene justito leer”.
En tiempos de Guillar maestros y maestras “se jubilaban y no tenían ni un duro”. El escritor, vivió con su madre tras enviudar pero por mucha fama de conferenciante, trabajos editados y clases que diese siempre estuvo en la más absoluta penuria económica. Fue un hijo ilegítimo y aunque “el padre lo reconoce, las autoridades no le dejan” formalizar la paternidad, apunta el historiador Federico Verdet. “Permaneció solo toda la vida”. Activista furibundo fue encarcelado por publicar “Arriba corazones” y colaboraría con la pluricensurada revista satírica y anticlerical de Vicent Miquel Carceller: “La Traca”, un editor al que torturaron e hicieron comer uno de sus ejemplares. ¿Volver a esa España? Guillar murió atropellado aunque, como en tantísimos casos relacionados con la política, un tupido velo lo cubre todo, al entierro acudió en pleno “el republicanismo valenciano” y para poder saldar las exequias “se hicieron subscripciones”. ¡Bipartidismo el grandullón que se cicla convenientemente para muscularse ante posibles interferencias! “El turno de gobierno era entre Sagasta y Cánovas, ahora te toca a ti, ahora me toca a mí”. ¿Sin variación en la jugada? Estaba “prohibido hablar mal de las instituciones”, ahora se aplica la ley mordaza. Por aquél entonces “continúa la compra de votos”, ¡hablemos de Galicia! Entonces triunfaba “el caciquismo”, ahora los fondos europeos acorazan a latifundistas. Entonces, “si vienen estos porque quieren trabajar menos, envío al ejército”, ahora en las protestas del metal en Cádiz se envían tanquetas. ¿Viaje al pasado donde los “derechos sociales no se reconocen ninguno”? “Defendió una escuela, una enseñanza científica, integral, educar racionalmente a la juventud, perseguía el avance social”, informa Verdet sobre el epicúreo literato de la “satírica en valenciano, de la simpleza del pueblo llano”. La Fundación Vinatea ha editado esta obra maestra de la “poesía satírica valenciana”, un trabajo minuciosamente redactado, bilingüe y preciosista con doce relatos de Guillar. Salvador Raga responsable de la Editorial Vinatea en su intervención declaraba: “Hacemos cultura para que la gente tenga una vida mejor, aún hay un agujero en la sociedad”.
“Hace un siglo no todo el mundo hablaba de que la mujer tenía una situación desigual, yo soy laicista y feminista”, en algunos de los relatos del libro se trasluce la “violencia psicológica y hasta abuso sexual” hacia las mujeres, reseña Raquel Ortíz coordinadora de València Laica. “En este país, en la Segunda República, se consiguió la educación laica, luego ya sabemos lo que pasó, el golpe de Estado, la racionalidad es muy importante en la escuela laica”.
“Es encarcelado por lesa majestad, sería como un “tiktoker” de ahora que después de cantar lo apresan”, ¿“déjàvu” repetitivo en dictaduras, autocracias, teocracias y demás variaciones del negocio? España encarcela raperos, en Polonia un periodista sin cargos cumple dos años de prisión. Entretanto, ejemplares con espiritrompa política viajan de flor en flor chupando. “Lo conocían en toda España, estaba dando conferencias sobre el librepensamiento”. En su lápida se lee: “Murió realmente pobre sin deber nada a nadie”. Como periodista estaba convencido de que “el periodismo sirve para educar, un instrumento para inducir a la libertad” ¡menudo chasco si resucitase! El psicólogo canadiense-estadounidense llamado Albert Bandura declararía: “Las personas que se sienten eficaces se recuperan prontamente de los fracasos y no se preocupan tanto por el hecho de que las cosas puedan salir mal sino que se aproximan a ellas buscando el modo de manejarla”.
Texto: Ángeles Sanmiguel