El 14 de febrero nos avasallan con multitud de campañas publicitarias que incitan al consumo, mercantilizando las relaciones amorosas.
El amor romántico es el modelo cultural en el que somos socializados de manera diferente mujeres y hombres según las expectativas de rol de género.
Dentro de este modelo hay una serie de pautas e ideales acerca de la persona de la que hay que enamorarse, como debe ser la relación, qué conductas se pueden tener y cuales no, etc. Pautas éstas que llevan implícitos los estereotipos tradicionales y una serie de mitos y creencias vinculados a los mismos.
Desde esta campaña se pretende contrarrestar los mitos que hay sobre el amor romántico y tóxico como son el mito de la media naranja, el mito de la exclusividad, el mito del emparejamiento, el mito de los celos, o el mito de la pasión eterna entre otros.
Estos mitos románticos estándar generan expectativas que son difíciles de conseguir y que conduce a conductas negativas que a su vez perjudica más la relación. En el caso particular de los celos las consecuencias son más graves, puesto que son considerados como predictores de violencia.
Es necesaria una resocialización del concepto de amor, de los modelos amorosos deseables y de los modelos masculinos y femeninos basados en el afecto y en la confianza, el compromiso emocional y la reciprocidad.
Con frases como “Si duele,no es amor”, “Si te anula o te controla, no es amor”, “Si te pide que cambies por amor, no te quiere”, “Tu felicidad no depende de nadie” o “El amor romántico mata” se hará una campaña de sensibilización en redes sociales durante todo el día.