El Partido Popular y su filial ultraderechista, con sus ataques y difamaciones al grupo municipal Sí-Podem, están avivando las actitudes intransigentes y ultranacionalistas, y provocando una fractura social en la población. Esa actitud demuestra que estas formaciones de la oposición “hooligan” tienen un talante conflictivo y antidemocrático.
Insinuar que unos representantes políticos, elegidos democráticamente por una parte de la ciudadanía, no deberían estar en el ayuntamiento porque no comparten su fundamentalismo constitucionalista, que prefiere provocar una crisis de estado por negarse a pactar un referéndum, ya que eso conllevaría necesariamente cuestionar el marco jurídico y modificar la Constitución, es un argumento ruin y mezquino. Les recordamos a estos partidos que defienden la inviolabilidad de la Carta Marga que es su momento no dudaron en reformarla, cuando la Troika Europea ordenó imponer el artículo 135, para rescatar a los bancos, favorecer los recortes y abandonar a su suerte a miles de ciudadanos, y así de golpe acabar con la soberanía y el estado de derecho en España. ¿Dónde estaban entonces esos patriotas constitucionalistas?
Hemos tenido que sufrir insultos y amenazas por defender los que es de sentido común, puesto que, a día de hoy, la posibilidad de entendimiento entre Cataluña y España pasa por el reconocimiento mutuo de sus respectivas soberanías. Esto es, el apoyo a la decisión mayoritaria del pueblo Catalán es condición necesaria para un eventual horizonte de recomposición de una España federal. El diálogo implica entendimiento entre iguales, de lo contrario sólo supone sumisión y chantaje.
Los problemas y conflictos no se solucionan con imposición e intentos de doblegamiento, por la fuerza, de la voluntad popular como pretenden tanto la filial ultraderechista, como el PP o el Rey Felipe VI, invocando al artículo 155 de Constitución, que no es otro que la suspensión por la fuerza de la autonomía catalana. Estamos ante una grave involución democrática sin precedentes. Cuando hace unos años era visto como lógico y democrático un mayor autogobierno para las naciones y pueblos de España, ahora se pretende volver a la etapa franquista atajando por la centralización de competencias y la suspensión de las libertades y la democracia en un territorio del estado español. Es descabellado en pleno siglo XXI.
Desde Sí-Podem calificamos de reaccionarias las declaraciones de estos dos partidos representados en el Pleno de Petrer que siguen la línea del gobierno central y del Jefe de Estado. Apelamos a la cordura y sobre todo a la solidaridad entre la ciudadanía. No podemos permitirnos un gobierno que está limitando la libertad de una gran parte de los ciudadanos y de un rey que está demostrando que no lo es de todos los españoles, ya que en sus declaraciones en ningún momento apeló al diálogo, ni se refirió a la brutal agresión sufrida por el pueblo catalán, o a los vecinos y vecinas de Murcia que también están sufriendo la represión de la policía por la ineptitud del gobierno. Es el momento de cuestionar una monarquía impuesta por el franquismo y que no le importa el sufrimiento de buena parte de sus súbitos.
Para finalizar, un gobierno está para resolver problemas no para crearlos. Y desde que el Partido Popular está en él nada más ha hecho que generar problemas. Busquemos el sentido común, el diálogo entre iguales y el fortalecimiento de la democracia con solidaridad, fraternidad y confluencia de todas las demócratas.