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Una campaña popular salvó el conjunto patrimonial, pero la nueva agresión hará que
‘Cantabria No Se Vende’ lleve el caso ante los tribunales para depurar responsabilidades y velar
por el lavadero
El pasado mes de mayo, la Comisión de Memoria, Cultura y Patrimonio de CNSV tuvo
conocimiento de que unas obras públicas en el conceju de Orzales amenazaban el conjunto
patrimonial que forman el pilón y lavadero de la localidad. De inmediato, puso en marcha una
campaña de sensibilización social en redes, que obtuvo un eco importante, y a su vez emitió un
escrito al Ayuntamiento de Campoo de Yuso y la Dirección General de Patrimonio Cultural y
Memoria Histórica, de la Consejería de Cultura del Gobierno. En él, se argumentaba que el
conjunto de lavadero y pilón son bienes pertenecientes al patrimonio público y etnográfico,
que según la normativa autonómica (Ley 11/1998 de Patrimonio Cultural y Decreto 65/2010
para las Normas Urbanísticas) han de ser preservados por su gran valor.
El Ayuntamiento contestó de forma satisfactoria, comprometiéndose por escrito a
salvaguardar ambos elementos e incluso a restaurarlos. “Pero alguien ha debido pensar que el
paso del tiempo haría descender la atención o las defensas, y ha destruido con nocturnidad el
pilón, un patrimonio de todos”, señala Diegu San Gabriel, coportavoz de CNSV.
“Inmediatamente nos pusimos en contacto con los responsables del Ayuntamiento, que
afirmaron no tener constancia de la destrucción patrimonial producida, por lo que hemos
puesto todo en manos de nuestro equipo jurídico, de cara a velar por el lavadero y depurar
responsabilidades”, ha hecho público el movimiento social en sus redes sociales.
De momento, han enviado un requerimiento al Ayuntamiento para que informe de la
existencia o no de licencia de obras y proyecto técnico para la demolición del bien público,
pero el Ayuntamiento sólo ha respondido por la restauración del lavadero, obviando la
destrucción del pilón que meses antes también se comprometió por escrito a salvaguardar.
“Tenemos que acabar, en Cantabria, con las prácticas caciquiles del cártel del asfalto, que
entre otras cosas destruyen el patrimonio de todas y todos a su antojo e interés. Si no hay
verdadera voluntad institucional, lo haremos desde la sociedad organizada, por todas las vías a
nuestro alcance”, ha concluido San Gabriel.

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