Bruno Beaklini (@estanalise) – agosto 2022
El frente partidario que apoya la fórmula Luiz Inácio Lula da Silva (expresidente) y
Geraldo Alckmin (ex gobernador de São Paulo) señala algunos elementos en su programa de políticas
divisas e inserción de Brasil en el escenario internacional. Considerando los dos gobiernos de Lula,
aún con cierto retroceso que se dio en los mandatos de Dilma, ambas administraciones están
diametralmente opuestas en cuanto a las relaciones exteriores de los siguientes gobiernos.
La política exterior post golpe de 2016
El gobierno de Michel Temer, al tomar posesión tras un proceso ilegal e inconstitucional de
el juicio político y los años en el cargo con Jair Bolsonaro a la cabeza, apuntan a una variación importante.
Brasil estaba más a merced de “Occidente” y muy ligado a los designios de Washington y los
cruzada «conservadora» liderada por gurús del sionismo y la Nueva Derecha como Steve Bannon y
Roberto Mercer.
La versión brasileña de este disparate ganó un esbozo de política de Estado, especialmente en el período
cuando el canciller era Ernesto Araújo (jefe del cargo de enero de 2019 a marzo de 2021). En
En su discurso inaugural, el diplomático citó al difunto Olavo de Carvalho (1947/2022) y parafraseó el
El fascista italiano Matteo Salvini, rescatando él mismo extractos de Mussolini.
El cambio en la titular del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE), con la toma de posesión de Carlos França,
atenuó considerablemente la vocación auto-imbuida de Araújo de querer «ser un paria
internacional». Aunque Francia ha tenido sus momentos de burla -como el gesto del arma-
en Nueva York – el cambio en el escenario internacional, la derrota del líder político de Bolsonaro –
Donald Trump – y la agresividad de la administración de Joe Biden, reposicionan la imagen externa de la
gobierno de la extrema derecha brasileña.
En lo que respecta a la política exterior, al menos en términos de publicidad y marketing, la imagen de la
gobernante y alineado con su propia base, Bolsonaro está muy ligado a los mensajes del
Asesor Internacional. Filipe Martins – el mismo que fue acusado de hacer un gesto supremacista
en el Senado – ha estado en el cargo desde el inicio del gobierno y ha ayudado a asegurar alianzas
relaciones internacionales del presidente, su familia y aliados.
Este breve rescate de la política exterior tras el golpe de 2016 sirve de guía de lo poco que
sobre el programa de la alianza socialdemócrata de oposición. El programa de Bolsonaro destinado a
La reelección de este año la veremos en un próximo artículo.
Elementos de política exterior en el programa de Lula y Alckmin
A continuación, los elementos del programa de boletos de Lula y Alckmin registrados en el Tribunal Superior
electoral y que atañen a la política exterior brasileña.
De los tres elementos destacados, el directamente relacionado con la disminución de algún grado de
dependencia externa es aquella que aborda la política cambiaria, pero no necesariamente entra en el
mérito de la dolarización de precios practicada en Brasil. Aunque se menciona en el texto, la presencia del dólar
es porque en la composición de los precios, varios elementos se originan en los contratos internacionales,
profundamente marcada por la especulación. La intención está dada, reducir la volatilidad. Como
propongo hacer esto, realmente no está allí todavía.
59 – Reducir la volatilidad de la moneda brasileña a través de la política cambiaria también es una forma
mitigar los impactos inflacionarios de cambios en el escenario externo. La orientación pasiva
de política cambiaria en los últimos años ha acentuado la volatilidad de la moneda brasileña en relación
al dólar con consecuencias perversas para el índice de precios. (páginas 11 y 12)
El ítem 100 apunta a la reanudación del concepto del PEI – Política Exterior Independiente – según el
lema ya acuñado “altivo y soberano”. En cuanto a Oriente Medio, el mundo árabe y
mayoría islámica, no se cita directamente en ninguna parte del texto. Apunta a la “cooperación
Sur Sur” y dentro de este aspecto, considerando el avance de la integración económica intranacional.
Asiático y euroasiático, pueden tener un significado directo. Durante el período en que Celso Amorim y su
colegas al frente de los gobiernos de Lula y Dilma, Brasil tenía una relación fraternal con Palestina, con
cierto nivel de solidaridad y mejoras, pero en ningún momento esto detuvo el avance de la
firma de contratos de conocimiento sensible con el Apartheid sionista.
En términos de política exterior, al menos en términos de publicidad y marketing, la imagen de la
gobernante y alineado con su propia base, Bolsonaro está muy conectado con los mensajes del
Asesor Internacional. Filipe Martins – la misma persona que fue acusada de hacer un gesto supremacista
en el Senado – ha estado en el cargo desde el inicio del gobierno y ha ayudado a asegurar alianzas
relaciones internacionales del presidente, su familia y aliados.
Este breve repaso a la política exterior tras el golpe de Estado de 2016 sirve de guía para
sobre el programa de la alianza socialdemócrata de oposición. El programa de Bolsonaro destinado a
La reelección de este año la veremos en un próximo artículo.
Elementos de política exterior en el programa Lula y Alckmin
A continuación, los elementos del programa de boletos de Lula y Alckmin registrados en el Tribunal Superior
electorales y que afectan la política exterior brasileña.
De los tres elementos destacados, el directamente relacionado con la disminución de algún grado de
la dependencia externa es la que se ocupa de la política cambiaria, pero no necesariamente entra en ella
mérito de la dolarización de precios practicada en Brasil. Aunque se menciona en el texto, la presencia del dólar
Es que en la composición de los precios, varios elementos se originan en los contratos internacionales,
profundamente marcada por la especulación. La intención está dada, reducir la volatilidad. Como
Propongo hacer esto, aunque no está realmente allí.
59 – Reducir la volatilidad de la moneda brasileña a través de la política cambiaria también es una forma
mitigar los impactos inflacionarios de los cambios en el escenario externo. La orientación pasiva
política de cambio en los últimos años ha acentuado la volatilidad de la moneda brasileña en relación
el dólar con consecuencias perversas para el índice de precios. (páginas 11 y 12)
Punto 100 apunta a la renovación del concepto del PEI – Política Exterior Independiente – segundo
lema que ya acuñó «altivo y soberano». En Oriente Medio, el mundo árabe y
De mayoría islámica, no se cita directamente en ninguna parte del texto. Apunta a la “cooperación
Sur Sur” y dentro de este aspecto, considerando el avance de la integración económica intranacional.
Asiático y euroasiático, pueden tener un significado directo. Durante el período en que Celso Amorim y su
colegas al frente del gobierno de Lula y Dilma, Brasil tenía una relación fraterna con Palestina, con
un cierto nivel de solidaridad y mejoras, pero en ningún momento he detenido el progreso de la misma
firma de contratos de conocimiento sensible con el Apartheid sionista.
último comentario
Incluso con un candidato a la vicepresidencia de ascendencia árabe, la timidez del
El programa de Lula es igual a la cautela de su propaganda electoral y al posicionamiento en la búsqueda
consenso posible dentro de las élites políticas y empresariales brasileñas. El gobierno de Bolsonaro es el
más alineado con el sionismo en la historia de Brasil, incluyendo en la simbología la presencia constante de
bandera de Israel en sus actos públicos, mítines e incluso en actos abiertamente
no democrático. Lo contrario está lejos de ser cierto.
Aunque tenemos la posibilidad de un análisis comparativo, donde la política exterior de los gobiernos
Lula y Dilma fue infinitamente más asertivo que los gobiernos postgolpe (Temer y Bolsonaro), el
La timidez del programa es visible. La reapertura de embajadas y oficinas comerciales en países
Es probable que sea árabe e islámico, al igual que el volumen de negocios impulsado por los instrumentos.
del gobierno nacional brasileño. Por otro lado, la probabilidad, en el caso de la victoria de social-
democracia, es un acomodo de fuerzas también en las relaciones exteriores, específicamente
abordar el conflicto del imperialismo y la ocupación de Palestina.
