Texto: Ángeles Sanmiguel
“No tenemos ni queremos subvenciones, sabemos que las subvenciones condicionan, no queremos ningún condicionamiento porque tenemos clara la línea de acción, tenemos claro que por lo que luchamos es por la soberanía y la libertad y reparación del pueblo palestino, que sea devuelto su territorio, no creemos en los dos estados, ¡es mentira! es una falsedad, es imposible. ¡Que se devuelva al pueblo palestino el derecho a la vida! algo tan fundamental como ese derecho a la vida”. Quien así habla es la sanitaria Isabel Cervera. “Los apoyos económicos salen de nuestros bolsillos, hacemos aportaciones y ahí compramos material, hacemos pancartas, lo necesario para las acciones y actividades”. ¿Quién se involucra y ayuda ante el consentido y programado genocidio del pueblo palestino? Ni más ni menos que el sector sanitario español movilizado mediante Sanitari@s por Palestina plataforma que funciona a nivel estatal implicadaen la defensa de la vida de todas las personas.
Más de veinte hospitales y ciento treinta instituciones de salud han sido bombardeados, ¿Qué organismo internacional frenará ¡ya! esta matanza dela población civil? ¿Qué hace, o, qué no hace, la OMS (Organización Mundial de la Salud? ¿Nadie se atreve a dar un golpesobre la mesa y parar la torturadora masacre? ¿Por qué? Tal vez porque ya está conformada la estirpe nuclear que regirá el planeta y ningún acogotado país súbditodel preponderante Leviathan (“Wierius –médico del siglo dieciséis- lo llama “el gran embustero” por la facilidad con que triunfa en lances políticos, tratados comerciales e intrigas palaciegas”) levanta la voz para cerrar el grifo de la maldad y su cohorte codiciosa y pútrida. Rusia, Estados Unidos, Corea del Norte, Israel, China, Francia, Reino Unido, Pakistán e India, tienen en sus bodegas la atroz alquimia nuclear, sólo hay que buscar someramente información para darse cuenta de lo que trasiega cada cual y sus planes exterminadores.Estados Unidos, como noticia de última hora, proyecta construir un puerto en el Mediterráneo, ¡en Gaza! ¿para ayudar al pueblo palestino o para establecerseya formalmente como base militar?
“En Palestina no se celebra el día de la mujer, han sido aniquiladas, esta es una guerra de exterminio” denuncia una supervivienteque,por ahora, aún respira.Sanitari@s por Palestina demuestran que es posible exhortar a socorrer a las víctimas palestinas, a esas personas que todavía amanecen tras el lanzamiento de misiles nocturnos y que trataran, día a día, de sobrevivir a bombas y ataques químicos.
¿Dónde están los fastuoso y rimbombantes organigramas mundiales ante viles sucesos?¿y los omnipotentes medios de comunicación?¿por qué no ejercen su graciaimplicándose a favor de los seres humanos? ¿tan sólo les interesa ajustarse al sistema dominante? Infausto y criminal es el abuso respaldadopor la profusión de ayuda armamentística y dineraria internacional que orna de cascabeleslo indescriptible, la ignominia bélica y sus demonchesavernales.¿Hasta dónde puede llegar la larga jabalina de la deshumanización? Trompeteros y sendos jueces de la muerte planearonla tortura y el apocalipsis del pueblo palestino mientras la geopolítica diseñaba rutas comerciales y la desinformación atontaba voluntades.
Fragatas españolas, venta de armas fabricadas en España, banca armada y esa boca pequeña política contra el genocidio confeccionan un retrato robot del alextímico (insensible) Estado, que pasa por encima de cadáveres cuando el guion lo requieresin mostrar trastorno alguno. Un genocidio. ¡Una noticia más! ¿Cuántas empresas españolas viven del terror infringido al pueblo palestino? En la segunda parte de “Enrique IV” se expresa una frase de manual para potencias: “Tu política ha de consistir en ocupar a los espíritus inquietos en contiendas extranjeras”.
¿Quién piensa en el hambre, dolor, miedo, desesperanza, sed, tormento y continuaangustia de quienes espartanamente logran sobrevivir veinticuatro horas más, una noche más, un minuto más entre explosiones, fuego, tiroteos, con el culebreo teledirigido de drones asesinos en busca de causar el mayor daño posible y el cáustico y letal fósforo blanco? ¿Cómo derrocar al gran amo y sus terribles decisiones bélicas? El pueblo es nada y así lo hacen ver con desparpajo y contundencia mediante virulentos ataques y ofensivas asesinas fulminando a dóciles personas esperanzadas en eludir el patíbulo masivo. Personas que pierden sus hogares, sus seres queridos, niñas y niños que notan retorcerse de hambre sus tripitasy tratan de humedecer con saliva suslabios resecos por la sed, mujeres y criaturas que tiemblan de frío entre cascotes o se resguardan bajo una miserable lona, adolescentes que no saben si el próximo tiro irá a su cabeza.Pacientes de diálisis, de quimioterapia sin tratamiento que incluso son sobornados para convertirles en espías a cambio de darles la vital asistencia.
¿Es posible clonar los épicos mítines urbanos antibelicistas de los años sesenta ante este genocidio? Felizmente todavía existen personas dispuestas aentregar amor, respeto e ilusión a otros seres humanos, a jóvenes y criaturas pequeñas, hombres y mujeres que arriesgan su zona de confort por salvar a bebés, a personas ancianas, empatizando con dolientes sin anestésicos. ¿Quién sino ellos y ellas arriesgan sus vidas por salvar a víctimas famélicas que si aún no han sido acribilladas o envenenadas agonizan bajo los escombros o en los pasillos de derruidos y desabastecidos hospitales mientras se les escapa el último hálito? Familias que nunca han podido soñar con vivir en paz, en libertad, siempreacosadas, robadas desde la drástica partición, hecha por las naciones colonizadorasInglaterra y Francia,del territorio palestino a principio del siglo veinte, nada importan para quienes desoyen toda regla humanitaria incumpliendo flagrantemente cualquier tratado o acuerdo. En el año mil novecientos treinta y uno el escritor y filósofo francés Paul Valéry vaticinaría el inicio del “mundo finito”, esecomienzo del fin que, inexorablemente, viene de la mano humana, y de esos truculentos sesos de “engolados tontos del ano que nos abruman con sus semioleches”, frase del guionista cinematográfico y político español Jorge Semprún.
“Las personas que hemos coincidido en el país valenciano ya teníamos cambiada -la vida merced al activismo- somos gentes que venimos de movimientos sociales, la gran mayoría, y que nos hemos pasado la vida en luchas diversas por cierta justicia social, lo único que ocurre ahora es que esta dinámica de actividad se ha intensificado desde hace cuatro meses”. Organización y planteamientos se ejecutan diariamente de cara “a dar salida a esta terrible impotencia que causa ver, día a día, este genocidio televisado, con la inmigración que produce también por desgracia, hay todavía bastante falta de concienciación sobre el tema”.La ¡movilización a nivel estatal para el día seis de abril! es“en la misma línea de la que se convocó el veintisiete de enero con casi cien mil personas de todos los territorios del Estado”. La del dieciséis de marzo tuvo el lema “Caravana de solidaridad con Palestina” y “denuncia la violencia del genocidio sionista en Palestina”, en el País Valencià, se celebróen Valencia, visualizando dibujos de gran tamaño (desplegados a las doce horas desde el puente “9 d´Octubre”)del artista urbano Escif (valenciano, perteneciente al colectivo de artistas urbanos XLF, licenciado en Bellas Artes, “el Banksy valenciano”, autor entre otros del mural contra la explotación infantil que se quiere eliminar frente a un gran local comercial del centro urbano de la ciudad), también hubouna pegada de carteles y“elevando banderas palestinas” en espacios abiertos. “¡Necesitamos manos suficientes… el corazón ya lo ponemos!”. “Compañeros y compañeras (palestinos) que son médicos, que ejercen aquí, nos han trasladado agradecimientos por parte del embajador (HusniAbdelWahed)”, apunta Cervera. En el ámbito local “contacto con el gobierno autonómico como tal no hemos tenido”. La plataforma ha sostenido conversaciones con el Colegio de Enfermería de cara a su pronunciamiento como representantes del personal sanitarios y “en denuncia del genocidio y las condiciones terribles casi sin precedentes en la historia, o casi sin precedentes en la historia, de ese personal sanitario”que realiza heroicamente su labor en Palestina,un colectivo de profesionales que,lejos de ser un daño colateral, “está siendo un objetivode esta agresión intensificada del sionismo radical israelí”. Se ha contactado a su vez con el decano de la Facultad de Medicina de Valencia, “estamos a la espera de reunirnos y hacerle entrega de una carta escrita por médicos palestinos y que haya un posicionamiento” de solidaridad“contra toda esta barbarie que está ocurriendo”. Más adelante se proyecta una concentración en la Consellería de Sanitat, una “acción simbólica de contundente denuncia”. Cuando el pueblo grita en la calle,aún a costa de sufrir represalias, multas, condenas de cárcel, violencias, es que ha tenido y tiene que soportar otras muchas cosas. El periodista y activista político polaco Isaac Deutscher, (“tras la Guerra de los Seis Días de 1967, exigió la retirada de Israel de los territorios ocupados”), declararía que es “mucho más difícil comprender lo que realmente ha ocurrido y lo que está ocurriendo en la historia humana que especular acerca de lo que pudiera haber ocurrido”.