De no ser una inocentada (¡ojalá lo fuera!), la noticia del desgobierno de hoy en Jávea es la prórroga del presupuesto del 2022. Esto significa fotocopiar por quinta vez en 6 años los presupuestos con los que hay que gobernar las vidas de más de 27.000 personas (+120.000 del verano).
La elaboración del presupuesto de una administración comienza a hacerse entre mayo y junio de cada año. Teniendo en cuenta, entre otras cosas, la ejecución del programa de gobierno, las nuevas necesidades de actuación, los proyectos que ya están en marcha, las deudas adquiridas, la previsión de ingresos, las posibles actuaciones cofinanciadas (EU, Generalitat, Diputación, otros), los derechos pendientes de cobro (reales); y mediante un proceso de refinamiento sucesivo se elabora el presupuesto. Además, se decide cuál es la contratación anticipada y el personal técnico comienza a redactar los pliegos de las actuaciones a realizar a comienzo de año. Podem lo hará así cuando llegue al gobierno local.
Parece que en Jávea durante años no ha habido necesidad de ajustar nada. ¿Ni siquiera la rebaja en los ingresos aprobada hace unas semanas ha merecido reajustar el presupuesto?
Prorrogar el presupuesto significa que en 2023 estaremos con una planificación de actividades hecha en el verano de 2021: ¿esa es la adaptación a las distintas realidades de la que alardea nuestro alcalde?
¿Los 7 millones que dejamos de ingresar por las rebajas de IBI y la anulación de tasas ya estaban contemplados en los presupuestos que se hicieron en 2021?
Habrá que ir muy lejos para encontrar otro consistorio que, gobernando con mayoría absoluta, haga algo parecido en tiempos tan inciertos como éstos.