Vecinos, comerciantes y asociaciones critican duramente la inacción del Equipo de Gobierno
Es bien sabido que barrio de La Coma es uno de los más necesitados de toda la Comunidad Valencia. Si a esto se suma la inacción que está mostrando el ejecutivo local en resolver los problemas del día a día de sus vecinos, nos encontramos con un barrio en el que se hace difícil ya no vivir, sino sobrevivir.
En poco más de dos años, Sagredo ha logrado dejar el barrio completamente abandonado, sin limpieza, sin comercios, con solares que deberían ser patios de recreo de colegios públicos convertidos en auténticos vertederos. Y es que los vecinos no piden por gusto, sino por necesidad. Necesidad no escuchada por el Pacte del Batà ni por el Teniente de Alcalde de Bienestar Social, Juanma Ramón, que en lugar de incrementar contundentemente las partidas presupuestarias correspondiente para el ejercicio 2017, las disminuye acrecentando más si cabe la situación del barrio.
Un claro ejemplo de esta dejadez es que después de haber pasado más de 15 días desde el “Gran Hermano” (jornada de convivencia entre vecinos y políticos), donde ningún representante del PSPV-PSOE se dignó a acudir, y tras tomarle la palabra al Teniente de Alcalde, Carles Martí (Compromís), todo el barrio sigue exactamente igual: contenedores quemados, basura por doquier, retos de vehículos que llevan años abandonados, etc. Y es que con un solo empleado de FCC asignado para un barrio tan grande, es imposible mantener unos servicios dignos. De buen seguro que al Ejecutivo le sale más a cuenta enviar a Gespa a arreglarlo que enemistarse o exigirle a FCC que cumpla con unos mínimos saludables.
Pero las quejas vecinales no se quedan únicamente en la limpieza, ya que la falta de un servicio de urgencias médicas en condiciones, la falta de policía de barrio y de seguridad o, sencillamente la falta de un comercio donde poder hacer uso de la famosa tarjeta solidaria, son otras de las grandes reivindicaciones que la vecindad viene haciendo al resto de agrupaciones política.
Y la solución no radica en invertir más de un millón de euros en readaptar otro nuevo edificio para que más familias se puedan mudar al barrio. La solución radica en la creación y el fomento del empleo, pero hay que destacar que esta tampoco parece la alternativa escogida por el tripartito, ya que en los nuevos presupuestos esta partida también se reduce en más de 100.000 euros respecto al ejercicio en curso.
Para la portavoz del PP, María Villajos, “estamos ante un abandono y una dejadez patentes en cada rincón de barrio. Es complicado encontrar una sola familia del barrio que te explique que se encuentra orgullosa de vivir en Paterna, y eso no puede permitirlo un buen gobernante. Ayudar a La Coma no consiste en quemar euros a base de ladrillos, sino en dar a las familias las herramientas y el entorno necesario para que ellas mismas prosperen debidamente”.